Ese pequeño punto azul pálido.

lunes, 1 de octubre de 2012

HOMO SAPIENS , SAPIENS.







Porque sueño con los ojos abiertos, me emociono, pienso, analizo, miro, observo el cielo, la noche, el mar, las flores.


Porque me asombro con la mirada de un niño y de un anciano, porque escribo y hablo, leo y traduzco , construyo e ideo artilugios para poder realizar lo que solo con mi cuerpo no sería capaz…Por todo eso y porque recuerdo y tengo memoria soy un” Homo Sapiens Sapiens”.


Porque también soy capaz de componer música, de escribir sonetos maravillosos y de dibujar esquinas del mundo, de buscar incansablemente la solución curativa para múltiples enfermedades y, a la vez, me interesan las grandes preguntas como el sentido de mi existencia, la eternidad del espíritu, la diferencia entre alma e inteligencia, la posibilidad de un ser supremo o la divinidad de los neutrinos… Soy un “Homo Sapiens Sapiens .


Soy diferente al resto de las criaturas. Pienso y elaboro en ese pensamiento ideas que, a veces, se traducen en emociones  intensas e inquietantes, además añoro, echo de menos, sufro, recuerdo…. Tengo un equipaje lleno de vivencias archivadas desde que aparecí  en escena en “este punto azul pálido”.


Este es mi acervo genético; se ha convertido en una valija que  ha ido pasando de Homo a Homo a través de innumerables parejas que, en algún momento, hicieron el amor.


Seguramente hubo otros seres pensantes coexistiendo conmigo en los inicios, pero probablemente los aniquilaría porque en cuestión de territorio, de ocupación de cielos y mares, de amores, soy muy especial, tremendamente “espacial” y complicado.


Y todo ésto debido a esa especie de pudding de kilo y medio de proteínas, azúcares y grasa que es el cerebro, situado entre mis orejas.


CARMEN FABRE