Porque sueño con los ojos abiertos, me
emociono, pienso, analizo, miro, observo el cielo, la noche, el mar, las
flores.
Porque me asombro con la mirada de un niño y
de un anciano, porque escribo y hablo, leo y traduzco , construyo e ideo
artilugios para poder realizar lo que solo con mi cuerpo no sería capaz…Por
todo eso y porque recuerdo y tengo memoria soy un” Homo Sapiens Sapiens”.
Porque también soy capaz de componer música,
de escribir sonetos maravillosos y de dibujar esquinas del mundo, de buscar
incansablemente la solución curativa para múltiples enfermedades y, a la vez,
me interesan las grandes preguntas como el sentido de mi existencia, la
eternidad del espíritu, la diferencia entre alma e inteligencia, la posibilidad
de un ser supremo o la divinidad de los neutrinos… Soy un “Homo Sapiens Sapiens
.
Soy diferente al resto de las criaturas. Pienso
y elaboro en ese pensamiento ideas que, a veces, se traducen en emociones intensas e inquietantes, además añoro, echo de menos, sufro,
recuerdo…. Tengo un equipaje lleno de vivencias archivadas desde que aparecí en escena en “este punto azul pálido”.
Este es mi
acervo genético; se ha convertido en una valija que ha ido pasando de Homo a Homo a través de
innumerables parejas que, en algún momento, hicieron el amor.
Seguramente
hubo otros seres pensantes coexistiendo conmigo en los inicios, pero
probablemente los aniquilaría porque en cuestión de territorio, de ocupación de
cielos y mares, de amores, soy muy especial, tremendamente “espacial” y complicado.
Y todo ésto
debido a esa especie de pudding de kilo y medio de proteínas, azúcares y grasa
que es el cerebro, situado entre mis orejas.
CARMEN FABRE