Ese pequeño punto azul pálido.

martes, 29 de noviembre de 2011

INTELIGENCIAS MÚLTIPLES- ( I )



Hay  aspectos de las personas que son fácilmente cuantificables, se puede medir y plasmar esa medida en una cantidad con un margen escaso de error.

Son, por ejemplo:

  • La masa corporal.
  • La tensión arterial.
  • Las cifras de Colesterol en sangre.
  • Talla de ropa.
  • Número de pie…

Pero otros son difícilmente medibles. Vemos, percibimos, notamos su expresión pero se describen  mal en un número, en una cifra. Son, entre otros muchos que se os puedan ocurrir: Bondad, honestidad, egoísmo, vanidad, tenacidad, valentía…e Inteligencia.

También son complejos de definir, poseen una naturaleza que evita la definición, no la favorecen, son relativos y se escurren con facilidad; como en el caso de la energía, no los vemos, lo que notamos son sus efectos sobre nosotros y los demás.

La entrada de hoy trata sobre INTELIGENCIA/S. Aunque no hay acuerdo sobre un concepto universal de lo que es la Inteligencia sí que más o menos se puede decir que es la facultad de aprender, comprender y abstraer conceptos para aplicarlos en la resolución de problemas. ¿Problemas? Bueno, más bien sería situaciones diferentes que nos va planteando la vida. Aparece algo nuevo y debemos saber gestionarlo.

Una vez descrito lo que podemos llamar INTELIGENCIA, ¿cómo se puede medir, cuantificar, cifrar, valorar...? es y ha sido difícil de hacer.

De todos los cuestionarios creados para medir la inteligencia el más utilizado ha sido el cociente intelectual (IQ), sus resultados se evalúan según la escala de inteligencia de adultos de Weschler de 1955. En 90 minutos se aplica una batería de preguntas que analizan la comprensión, el vocabulario y la capacidad aritmética. Tener una mejor o peor calificación se asociaba, hasta ahora, con un mayor o menos éxito en los estudios y trabajo. Esto ha llevado a una desafortunada confusión entre cociente intelectual e inteligencia.

Howard Gardner ,premio Príncipe de Asturias 2011, introdujo con su obra “Estructuras de la Mente” (Fondo de Cultura Económica, 1997) la teoría de las Inteligencia Múltiples .Ha descrito en ella ocho, sí ocho tipos de Inteligencia y últimamente propone una novena( la espiritual)..

Vamos a describir un poco cada una de las inteligencias de las que habla Gardner y veremos cómo son ciertas; cada uno destacamos o tenemos más marcadas unas, o una que otras u otras, todas son especiales, no únicamente la verbal o la matemática como hasta ahora. Ha habido bastantes personas totalmente marcadas por confundir cociente intelectual con inteligencia y que han sido profundamente desgraciadas en su etapa escolar y, más tarde, adulta por ello. La escuela ha ignorado a estos alumnos y considerado que la capacidad de empatía, el movimiento, la observación de la naturaleza, el dibujo, la música…no eran prototipo alguno de inteligencia sino más bien, disciplinas superfluas y, no digamos la creatividad en cualquier faceta y la imaginación.


Las ocho descritas por Gardner son:

  • Inteligencia verbal-lingüística.
  • Inteligencia lógico-matemática.
  • Inteligencia corporal-kinestésica.
  • Inteligencia naturalista.
  • Inteligencia visual-espacial.
  • Inteligencia musical-rítmica.
  • Inteligencia intrapersonal
  • Inteligencia interpersonal

Últimamente ha comenzado a describir un noveno tipo de inteligencia, la espiritual.

Partimos de que todos poseemos cada una de las inteligencias nombradas cuando somos niños, pero difieren en el grado en que se manifestarán y desarrollarán si pueden. Esto se produce por dos factores: herencia y ambiente. La riqueza de las experiencias educativas es fundamental para el desarrollo y configuración de intereses y habilidades de cada persona.

La inteligencia de los seres humanos tiene, creo, tres características: es interactiva, dinámica y moldeable.

Nacemos con cinco sentidos pero la sociedad y por supuesto la escuela, hasta ahora solo ha fomentado mayoritariamente  dos de ellos: la vista y el oído, pero cuando aprendemos algo todos nuestros sentidos están alerta y es típico que unos sean más efectivos que otros a la hora de filtrar, retener y procesar la información, se trata de fomentarlos.

Aprendemos utilizando, aun sin saberlo, un estilo de aprendizaje siendo esto el modo en que un individuo aprende a concentrarse, procesar y retener una información nueva y difícil. Todos hemos comprobado que nos concentramos mejor y resolvemos situaciones de un modo más rápido y eficaz si realizamos algún rito, por ejemplo: dibujamos, escuchamos música, nos movemos, hablamos en alto, susurramos, etc...¿A qué sí? Pues todas estas acciones se enmarcan en lo que se denomina estilo de aprendizaje y hay, fundamentalmente, tres:

  1. Kinestésico-tactil (moverse, tocar, agarrar, moldear...)
  2. Visual (observar, mirar, contemplar, demostrar…)
  3. Auditivo (discutir, subrayar, preguntar, responder, debatir, explicar...)

Los estilos de aprendizaje anteriores, predominan unos sobre otros, pero no se eliminan o excluyen. Incluso puede suceder que todos funcionen en la misma medida y al mismo tiempo. Observándonos podremos conocernos, es  decir, a veces nos hemos tildado de nerviosos y lo que ocurre es que nuestro estilo de aprendizaje es kinestésico, otras que somos tímidos y es que nuestro estilo de aprendizaje es auditivo... etc.

Bueno, nos hemos introducido en el maravilloso mundo de las inteligencias...

En la próxima entrada comenzaremos a describir algo los diferentes tipos de inteligencia...

SALUDOS.

CARMEN FABRE






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2 comentarios:

  1. Querida Carmen: me parece genial que inicies una serie de artículos acerca de la Inteligencia. Ojala muchos lectores te sigan y consigamos aprender algo de ello.

    Solo voy a hacer dos breves comentarios. Mejor: el primero será muy breve; es mi propia definición de "Inteligencia" la que acuñé hace ya muchos años y veo que coincide bastante con la más académica que tú nos dejas..

    El otro concierne al uso de nuestros sentidos.

    Mi definición es muy sucinta: Inteligencia es la capacidad de adaptación a situaciones nuevas. Así, sin más. El resto serían adornos: adaptación o resolución con éxito, etc. No, me quedo con esa.

    Como bien dices, la cultura nos ha acostumbrado al uso de solo dos de nuestros sentidos de forma generalizada y cotidiana: la vista y el oído. A estos sentidos se les llama "estereoceptivos". Es decir, son los que perciben a distancia; los que no necesitan del contacto para su utilización.

    Los otros tres, llamados "propioceptivos", son los que dependen del contacto para poder utilizarse. Solo el olfato está en una gradación intermedia, ya que los olores, vehiculados por aminas aromáticas, se pueden percibir a cierta distancia. Sin embargo el gusto y el tacto necesitan que no haya solución de continuidad.

    Me pregunto si una cierta moral religiosa no ha operado en el desuso de estos sentidos. Si nos fijamos en el resto del reino animal, tanto el tacto como el gusto y, por supuesto, el olfato, son constantemente usados en la relación entre los individuos de los grupos. Pero cómo se vería en nuestro mundo que nos anduviesemos oliendo, lamiendo detras de las orejas o restregándonos unos contra otros.

    Pues mal, muy mal... ¡con el gusto que da!.

    Gracias por tu entrada. Un beso.

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  2. Magnífico, Carmen. Lo llevo "parcialmente" a NW. Amplio mi comentario más tarde. Este blog es de obligado seguimiento. Me encanta aprender, ya lo sabes. Más, incluso, que debatir. Y mira que me gusta debatir...Un beso.

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